Los tres amigos salieron del bar Berry. 
El trío tambaleante se dirigió a la calle y al notar la hora se imaginaron la escasa locomoción. Eran las 3 AM. Salieron puntuales aunque no estaba en sus planes volver a sus hogares. El más joven del grupo, Marcos, saca de su bolsillo un cigarrillo y lo prende mientras trata de recuperar sus sentidos. El resto del grupo toma asiento junto a él y discuten sobre su próxima parada. Ninguno de los tres podía caminar, por lo que John, el más adulto, toma su viejo celular solo para descubrir que la batería estaba muerta. No pasaron muchos minutos y al ponerse de pie, divisan por la misma calle el fuerte color amarillo de un taxi.
Alex, el de en medio, señala hacia el cielo con su dedo y el vehículo frena frente a ellos. El mismo abre la puerta y John y Marcos se sientan junto a el en los asientos traseros dejando el asiento del copiloto vacío. John abre su boca y toma aire para decirle al chófer 
- No es que seamos tímidos, es que nosotros tres somos muy buenos amigos.